HUYE DE LAS IDEOLOGÍAS. NIETZSCHE Y LAS IDEOLOGÍAS.
Tras el advenimiento de la Ilustración y la anunciada “Muerte
de Dios” de Nietzsche, se habría sucedido una disputa entre varias narrativas
por ocupar ese trono vacío que habría dejado Dios. Hay que entender la muerte
de Dios como una forma poética de Nietzsche de afirmar que los valores que
sustentaban la creencia en Dios de la cultura occidental han decaído y ya no se
puede creer honesta y razonablemente en él. La muerte de Dios supone la
expansión del ateísmo en la mentalidad del hombre moderno.
Una vez muerto Dios, existirían dos caminos a escoger. Uno
sería una nueva narrativa, unos nuevos valores de afirmación a la vida que
vendrían a sustituir a esos valores judeo-cristianos que la cultura occidental
llevaba en su seno, lo que Nietzsche define como el Superhombre. El Superhombre
es fiel al sentido de la tierra, desea una vida plena y cree generar nuevos
valores y nuevas narrativas. Y el otro camino serían un conjunto de narrativas
ya existentes, que serían las ideologías, y que sería lo que la sociedad del
siglo XIX escogería. Y solamente por una sencilla razón: El ser humano no puede
crear su propia narrativa. El ser humano necesita de otras narrativas para
justificar su existencia en el mundo. El problema de las ideologías es que son
de tan baja resolución que atraviesan transversalmente toda la experiencia
humana. Y ese pack cerrado donde te exponen un modelo que ha explicado la
realidad, que explica la realidad, y que explicará toda la realidad, eso ha
traído problemas siempre.
Las ideologías son el mal que ocupa la mente del hombre contemporáneo, al mismo nivel que cualquier enfermedad psíquica, demostrando que el
apego a ellas ha generado lo que la historia muestra que es fácilmente escalable,
que vienen siendo toda clase de conflictos sociales. Si tú quieres mover a la
gente, tienes que apegarte a una ideología o crearla. Ese modelo triunfa porque apela a
la identidad, es capaz de generar indignación, y puede prometer una utopía. Esto siempre acaba mal, pero tiene un poder de atracción enorme. Estas tres
características están presentes en cualquier ideología, y son las que la
define. Por eso el Superhombre que propone Nietzsche jamás podría llegar a ser
realizable.
Las ideologías no son malas por el hecho de que te presenten
una realidad parcial que se toma como absoluta, que también, sino porque la
gente apegada a ella tiene un grado de compromiso con ésta, que obnubila
cualquier intento de razonamiento mínimamente empírico. Y este es uno de los
grandes problemas. Yo puedo escuchar atentamente cualquier modelo político
liberal, comunista, conservador… Pero si no se corresponde con la realidad, no
me sirve de nada. Yo necesito validar unas variables y analizar si ese modelo
que me planteas, (ya sea a través de un método como con Descartes, o a través
de una inducción o deducción como se plantea Aristóteles) se asemeja o no a la
realidad. Entonces la falla ya no está en que haya una falta de compromiso con
esas ideas, sino que falla por su falta de consistencia con lo observable. Pero, ¿Qué
quiere decir que tengo que analizar varias variables?
Bueno, hay que entender que las ideologías solo están
analizadas desde una única variable. Y con cualquier movimiento identitario se
puede ver claramente. En el feminismo la variable sería que las mujeres están
oprimidas por un sistema de dominación patriarcal que atravesaría todas las
áreas culturales, y en el momento en el que todos expulsemos ese pecado interno
que llevaríamos de forma intrínseca, que sería el machismo, pues todos podríamos
vivir una vida feliz y se acabarían todos los maltratos y feminicidios. Esto en
un principio parece algo muy atractivo. Y si a mí con mis 17 años me das unas
herramientas tecnológicas a través de las cuáles puedo explicar el mundo, y no
solo eso, sino que además tengo las soluciones para acabar con estos problemas,
esto tiene un poder de atracción enorme.
Y ahí reside el problema de hacer un análisis social a
través de una única variable. Nunca hagas un análisis univariable de las cosas,
porque estarás incurriendo forzosamente en un sesgo. Huye de las ideologías,
son barbarie. Hasta tal punto de afirmar que la realidad es la que está
equivocada, y que unas determinadas ideas serían la solución a todos los
problemas del mundo. No, eso no es así, y si seguimos así, acabaremos mal. Nos
haremos daño.
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