ENFRÉNTATE AL DRAGÓN
ENFRÉNTATE AL DRAGÓN
Si
un individuo dedica su vida a la búsqueda de la verdad, ¿Es posible que el
miedo a lo desconocido y la ansiedad desaparezcan en algún momento? ¿O
permanecen como parte del proceso?
No, nunca
desaparecen. Porque, a medida que te vuelves más capacitado, afrontas tus
problemas con mayor calibre. Y tú no quieres que desaparezcan. No hemos sido
creados para experimentar una paz inconsciente. Hemos sido creados para la aventura
consciente. ¿Qué estamos buscando en realidad? Estamos buscando la aventura de
nuestras vidas. Esa es la llamada de Dios a Abraham. “Sal ahora mismo de esa
tienda de campaña. Deja a tu madre y deja a tu padre. Sal afuera donde está el
mundo y vive tu aventura”. ¿Qué es lo que descubre Abraham? ¿Con qué se
encuentra inmediatamente? Hambre, tiranía, ideología, el robo de su propia
mujer, su propio engaño… Y entonces piensa: “Jesús, me hubiera gustado mucho
más quedarme en mi tienda”. Esa no es manera de pensar. ¿Acaso quieres eso para
tus hijos? ¿Quieres que se escondan debajo de la cama? Porque solo los pequeños
monstruos pueden deslizarse y alcanzarlos. ¿O prefieres prepararlos para que
puedan así situarse a sí mismos en un mundo hostil? Obviamente la respuesta
correcta es esta última.
Sea lo que sea lo que
justifica nuestra vida no es seguridad. Probablemente tampoco sea la paz. Es
una aventura que vale la pena tener. Y eso es lo que quieres cuando recuerdes
tiempos pasados. Quieres poder decir: “Joder, ha sido difícil, pero valió la
pena”. Así que, si la ansiedad desaparece probablemente tú no vas a quedarte
estancado en un limbo, incluso si nos fijamos en el sentimiento de estar
óptimamente motivado. Entonces, quizás, para estar motivado de manera óptima
uno tendría que estar en una situación donde lo mejor sale constantemente de su
interior. Gran parte de eso está impulsado por la esperanza. Uno sabe que las
cosas podrían estar mucho mejor para ti y para todos, pero gran parte de ello
también está impulsado por el miedo a la alternativa. Y estar en ese límite
entre esperanza y miedo, es inspirador. Es una propiedad de lo religioso, y es
ahí donde el sentido último se puede encontrar.
No deberías huir de
la ansiedad, incluso de manera cierta, no deberías intentar reducirla. Tú lo
que quieres es forjarte a ti mismo para ser alguien capaz de mantenerse erguido
ante esa ansiedad de manera continuada. Esa es la historia de San Jorge y el
dragón. Esa historia se perpetúa a través de los eones. Enfréntate al dragón.
Rescata a tu padre, si es que éste permanece atrapado en el vientre de la
bestia, consigue el oro que la bestia protege, libera a la virgen de sus
garras… Eso es la vida. Y cuanto más grande el dragón, más vale el tesoro, más
deseable la virgen y más sabio el padre.
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